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Botar un barco en tiempos de crisis apostando al futuro

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Las familias Novello y Todisco son socias y amigas desde hace 43 años. En 1980 se instalaron en Rawson y crearon Deseado Fish. Cada uno es padrino del hijo del otro y así llamaron al barco que dicen es una apuesta para el futuro de sus familias. Para Contessi este buque marcó el inicio de la renovación de flota.

El veranito de San Juan que disfruta Mar del Plata por estos días, les regaló a las familias Novello y Todisco una tarde apacible para celebrar la botadura de su nuevo barco Padrino. Hace 43 años que son socios, “algo difícil de ver en esta y en cualquier industria”, bromea Nicolás Todisco. Están contentos, fueron pioneros en Rawson, en 1980 cuando muy pocos se iban al sur, ellos llevaron su barquito y comenzaron a crear una empresa pesquera.

Contará Novello que lo han hecho muy de a poco, con su propio dinero, sin pedir créditos. «No sé si es lo mejor, pero nosotros fuimos criados así, estamos hechos de esta forma, hacemos lo que podemos con lo que tenemos, somos muy conservadores».

Realizar la inversión de un barco con dinero propio es un desafío que muy pocos logran y menos están dispuestos a enfrentar. En tiempos de tanta incertidumbre como los que se viven, el desembolso de millones de dólares para una nueva unidad productiva que dará trabajo genuino, es una decisión difícil.

“Están Pablo y Nico en la empresa y esta es una apuesta para los chicos. Nosotros estamos en la Patagonia, estamos bien, le dedicamos mucho esfuerzo y trabajo, a pesar de que somos pioneros no crecimos rápido, lo hicimos todo a pulmón, somos una empresa familiar y vamos siempre con mucha cautela”, explicaron los propietarios del Padrino.

El esquema familiar es un modelo de empresa que con una administración prolija funciona muy bien; son muchos los que han generado un buen pasar para ellos y sus hijos con un solo barco. Pero aclarará Todisco que “el problema de muchos colegas, incluso los que son más grandes que nosotros, es que cuentan con lo que está abajo del agua y uno solo cuenta con lo que ya vino del agua, se vendió y se cobró”.

Las crisis a estos empresarios de la pesca no los asustan, ya pasaron muchas y no dudan que de esta también saldrán, como lo han hecho desde 1980 cuando emprendieron este negocio juntos. Ayer botaron otro barco nuevo y las dos familias estuvieron presentes, no gustan de los brillos ni las cámaras, se quedaron abajo del palco disfrutando del emocionante momento en el que la botella de champagne se estrella contra el casco y las bocinas suenan deseando buenaventura.

La encargada de realizar ese acto simbólico y tan cargado de tradición como es el bautismo lo realiza siempre la madrina. Algunos eligen a las nietas, otros a políticos encumbrados; pero en el caso del Padrino se trata de una empleada de la empresa. María Laura Morell acompaña a los dueños en la administración desde hace años y en reconocimiento de su trabajo la nombraron madrina, honor que asumió evidentemente feliz.

En este tipo de botaduras, los políticos suelen estar de más y ayer además eran muchos: desde el ministro de Agroindustria Luis María Etchevehere hasta los candidatos a intendente Fernanda Raverta y Guillermo Montenegro. La grada de los políticos estaba sobrecargada, en campaña todos se quieren mostrar.

Hubo palabras de Domingo Contessi que dijo: “Hoy podemos decir que la renovación de la flota está en marcha y esta embarcación es un claro ejemplo”. Al referirse al Decreto 145 indicó que fue el resultado de “un proceso complejo con algunos pocos actores que no entienden el valor del trabajo nacional y apuestan a soluciones mágicas”.

Viendo a futuro, Contessi se esperanzó en que “la renovación de la flota pesquera en Argentina se convierta en una política de Estado y se mantenga en el tiempo por los años venideros porque solo así generará el efecto que todos deseamos, contar con buques pesqueros más seguros, modernos y eficientes, motorizando a toda la industria”

El industrial naval comunicó que en este momento hay en proceso de construcción más de una docena de barcos en seis diferentes astilleros del país. “Siendo el astillero que más barcos está haciendo, asumimos con humildad este liderazgo”, señaló Domingo Contessi.

Tras enumerar las inversiones que están realizando, indicó que “confiamos en este país” y concluyó trayendo como ejemplo el barco que se botaba: “De algún modo nosotros también queremos apadrinar una ilusión: la de tener un país mejor”.

Fuente Revista Puerto