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En el Puerto de Montevideo siguen bajando un muerto por mes

Así lo denunció la ONG Ocesanosanos en un nuevo informe. Entre enero y marzo de este año descargaron tres muertos, dos de ellos provenientes de barcos que ya habían pasado por idéntica situación en 2017. Según datos oficiales del Ministerio de Defensa uruguayo esto ocurre desde 2013.

La organización Oceanosanos reveló nuevos datos sobre la situación en el principal puerto de Uruguay: en menos de dos meses “pesqueros extranjeros descargaron tres tripulantes fallecidos en el Puerto de Montevideo, dos de estos barcos son reincidentes”, aseguraron.

Sobre la base de datos oficiales suministrados por el Ministerio de Defensa pudo saberse que “entre el 23 de enero y el 11 de marzo las embarcaciones Yun Mao Nº 168, Ou Ya 17, y Fu Chian, descargaron tres tripulantes muertos en el Puerto de Montevideo”.

“El 23 de enero de 2019 fue la segunda vez que el pesquero chino Yun Mao Nº 168 trajo al puerto un tripulante muerto”, confirman, y se remiten a septiembre de 2017 para describir la primera vez que este barco desembarcó un tripulante muerto. A esta situación se llegó porque el capitán no permitió al enfermero evacuarlo a tiempo; el origen de su fallecimiento fue una infección de muelas que padeció durante 10 días.

El buque taiwanés Fu Chian también es reincidente, “ya que en 2017 un tripulante de 25 años murió a bordo de ese pesquero luego de sentirse mal, expresar dificultad para respirar y desmayarse”. El cuerpo también fue trasladado entonces a Montevideo pero los motivos que produjeron el deceso se desconocen dado que se mantienen ocultos los resultados de la autopsia, aseguran desde la ONG.

“Zais, que viajaba a bordo del pesquero chino OuYa 17, falleció por causas de un edema pulmonar agudo. La Embajada de Indonesia tuvo que intervenir para que el cuerpo sea enviado con sus familiares a su país, evitando que la Agencia que administra la tripulación lo enviara a cremar en Uruguay”, denuncia Oceanosanos respecto del tercer tripulante muerto desembarcado en el Puerto de Montevideo en los primeros tres meses del año.

A través de datos oficiales que proporcionó el Ministerio de Defensa, desde la organización pudieron concluir en un informe publicado en 2018 que desde  el año 2013, los pesqueros extranjeros han descargado a razón de un muerto por mes en el Puerto de Montevideo. La cifra que arrojó entonces fue de 53 muertos en 52 meses (Ver Muertos, drogas, pesca ilegal y barcos mellizos en el puerto de Montevideo).

Lo que resulta irónico es que en el año 2013 Uruguay ratificó el Acuerdo sobre Medidas del Estado Rector de Puerto Destinadas a Prevenir, Desalentar y Eliminar la Pesca Ilegal, No Declarada y No Reglamentada de la FAO-ONU, ratificándolo luego en 2017 mediante el Decreto 323 que reglamentó la creación de una Comisión Coordinadora sobre Prevención de la Pesca Ilegal. Recién en noviembre del año pasado se nombró a los integrantes, conformándola un representante del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, uno del Ministerio de Transporte y Obras Públicas, uno del Ministerio de Relaciones Exteriores y uno del Ministerio de Defensa.  Pero pese a las graves denuncias que pesan sobre el Puerto de Montevideo y ante la evidencia de los datos que maneja el Ministerio de Defensa sobre el número de muertos que reciben en el principal puerto del país, “la Comisión nunca se ha reunido”, confirmaron los autores del comunicado.

“Las actividades de los pesqueros extranjeros en el puerto capitalino se realizan con escaso control: en 2018 sólo se inspeccionó el 10 % de los buques y no se revisó ni un solo pesquero chino, según datos de la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos. Es potestad del Estado rechazar a aquellos barcos con prontuario de pesca ilegal, así como a los que no pueden justificar la procedencia de su captura, que significan un riesgo sanitario y de seguridad a la navegación, y/o que utilizan mano de obra esclava”, señalaron desde Ocenanosanos (Ver Nadie controla la pesca en el Atlántico Sur).

Los miembros de la organización, que trabaja en asociación con Ocean 5, señalan que durante todo un año mantuvieron reuniones con diferentes organismos del Gobierno, con excepción de Presidencia y la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento, “de quienes no hemos obtenido respuesta”, aclaran. Si bien rescatan que existen organismos con interés en frenar el problema, sostienen que no existe “voluntad política de cumplir con los compromisos internacionales, conservar nuestro mar, evitar los abusos a los derechos humanos, ni proteger a la industria pesquera local de la competencia desleal de estas flotas desreguladas”.

En ese contexto expresaron su preocupación por las implicancias que puede traer aparejadas la instalación de una base de operaciones chinas en Punta Yeguas, a escasos kilómetros del Puerto de Montevideo para atender a unos 500 barcos que operan en el Atlántico Sur y sobre los que existen en algunos casos sospechas y en otros pruebas contundentes de que practican Pesca INDNR.

El rol de China en la pesca ilegal y la esclavitud moderna

Un informe publicado por la Fundación Walk Free de Australia que analiza la esclavitud moderna, señala a la pesca como una de las actividades donde más prevalece y la relacionan con la actividad en aguas internacionales subsidiada por sus países de origen, que facilitan el sometimiento de los trabajadores y la aplicación de normas en un contexto de pesca ilegal y no declarada. En el ránking que elaboraron China figura en el primer lugar.

Otro ránking que lidera China es el de la pesca ilegal. El informe fue elaborado en febrero de este año por la Iniciativa Contra el Crimen Organizado Transnacional y coloca a ese país en el primer puesto de 152 países evaluados. El índice evalúa la vulnerabilidad, la prevalencia y la respuesta de los países a la pesca IUU, sobre la base de un conjunto de 40 indicadores.

A pesar de la evidencia, de la concurrencia de datos que exponen a China como el gran enemigo en la lucha contra la pesca ilegal y la violación de los derechos humanos, no se toman medidas a nivel mundial y mucho menos regional.

Fuente Revista Puerto